Con ya casi la totalidad de las mesas escrutadas en el distrito, las P.A.S.O. en Tigre dejaron claro el contundente apoyo del vecino de a pie a la gestión municipal que encabeza el actual Jefe Comunal Julio Zamora.
No sólo se trató del candidato que individualmente se alzó con la mayoría de los votos sinó que su espacio políticó UP, cosechó casi el 50% de los sufragios, duplicando a la segunda fuerza que fue Juntos por el Cambio con el 25%. El candidato de Milei sumó el 20% y la lista que representa a la izquierda fue la última en superar el piso necesario que le permite a un espacio político participar de las próximas elecciones de octubre.
Muchos análisis basan estos resultados en la identificación de los vecinos y vecinas de la ciudad ante la situación de «injusticia» que debió enfrentar el Intendente contra el «aparato» y los medios nacionales. Pero esto sería sólo una parte de la historia y se cometería otra injusticia si ella fuera la principal o única explicación.

Y es que si sólo basaramos los resultados de las últimas P.A.S.O. en una sóla causa significaría dejar fuera una cantidad enorme de razones por la que el vecino podría haber decidido su apoyo.
Dejando de lado la gran cantidad de obras realizadas en los 10 años que lleva su Gestión, la de Julio Zamora es una forma de Gobierno basada en la cercanía y la cordialidad, en el cara a cara con la gente escuchando sus necesidades reales allí donde se encuentran, caminando los barrios abandonando la seguridad, la comodidad y la lejanía que provoca gobernar sin salir del «despacho» y solo viendo la realidad desde detrás de un escritorio. Y quizá ese sea el gran secreto.











